Vine al blog porque me dijeron que acá estaba mi memoria. Es un motivo lleno de trampas, puestos a ello el registro de las ideas se ha desperdigado por las redes sociales y amontona papeles donde se trazaron piezas de mi mente que ya no me pertenecen.
Aquí mismo existen vínculos a esos otros receptáculos de las formas y conceptos que me habitan, o que lo hicieron y ya han partido en busca de su propio sostén. Esas ideas e imágenes son ya de todos.
Vine acá para hilar frases como quien susurra para despertar a un muerto. El viejo blog se resiste a hundir el verbo gris en la nada vergonzosa, a cortar la lengua negra, escupirla y olvidarla como un mal sueño; de esos que abundan en este año aciago.
Acá seguimos por mera terquedad.